#23 Cómo un camino difícil te lleva a una vida fácil. Con Alberto González.
¿Cómo consiguió pasar de la posición 70 del ranking mundial a lograr un excelso diploma olímpico en tan sólo doce meses? ¿Cómo fue el crecimiento personal y la transformación del atleta?
Justo un año antes de la gran cita olímpica en París, Alberto vivió un palo que desencajó sus cimientos.
No conseguía entrar en los cinco mejores triatletas españoles, quedándose fuera del gran objetivo del año: el Test Event en la capital francesa.
Y es que 2023 fue una continua lucha para colarse en ese top 5 nacional para acceder a las competiciones de más alto nivel. Y sumar así puntos olímpicos.
Necesidad de sumar y demostrar, viajes por todo el Mundo, toneladas de incertidumbre… desembocaron en una mononucleosis.
A un año vista del gran sueño, la salud parecía cortar de raíz ese anhelo.
Pero lo que no te mata, te hace más fuerte.
Fue en esos momentos tan delicados, cuando se forjó el carácter del triunfador de 2024.
Entendió el juego de la vida.
“Agradezco los obstáculos en el camino, pues están para discernir entre los que se rinden y los que van realmente con todo.”
Aceptó los palos y siguió construyendo con inquebrantable fe su camino, lo que está en sus manos.
Terminó el año con tres copas del Mundo, progresando hasta acabar 4º la última en Chile.
2024 empezaba con Alberto fuera de las World Triathlon Series.
“Se me cerró la autovía, así que me tocó tomar la carretera nacional”.
Ya no se trababa de sumar.
Se trataba de mostrar al seleccionador y al mundo que soy excepcional.
Podio en la primera copa del Mundo en Nueva Zelanda. Victoria en la siguiente en Hong Kong.
Simplemente cumple el plan trazado unos meses antes. Trabajo duro, fe absoluta.
Las fichas del plan continúan encajando: 17º en las WTS de Yokohama y 11º en la de Cagliari.
Ya no viaja solo. Una vez probada su fe, el Universo empuja a su favor.
La cancelación de las WTS de Abu Dhabi y varios cúmulos de resultados, se suman a su inmaculada entrega y se obra el milagro.
Tras dos años de ciclo olímpico, por los míseros puntos de una sola posición, esta última carrera le otorga su mágica plaza para París 2024.
Descubre esto y mucho más en una charla desde el corazón.
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Nos leemos dentro de quince días.
GRACIAS por estar ahí.
Antón.